LANGI LANGI BEACH BUNGALOWS

Das Restaurant bietet super leckeres Essen in bester Strandlage.

Nos hemos alojado un grupo de nueve amigos tres noches, del 7 al 10 de octubre. Después de machacarnos subiendo el Kilimanjaro (digo esto para que se vea que no somos unos espíritus "exquisitos", ya que veníamos rodados de seis noches en el monte...), teníamos altas expectativas de este hotel, para relajarnos en la playa, hacer algo de snorkel, etc.

La experiencia ha sido muy negativa en todos los sentidos. Sabíamos que íbamos a un hotel de Tanzania y que no tienen nada que ver con los de España, pero es que ha sido todo un desastre. Ya la llegada fue caótica, ya que se habían equivocado con la distribución de habitaciones y camas, que la agencia Naturtrek de Pamplona (ole por ellos, todo perfecto), les había dejado muy claro. Habíamos pagado suplemento para una habitación individual, por "exigencias del guion", para que dos "maromos" no compartieran cama de matrimonio. Bueno, pues todo al revés y sin ninguna gana de solucionarlo, diciendo eso de "es que es muy tarde..." (llegamos a la hora prevista, las 23h, es lo que hay con los vuelos). Ya para acceder a las habitaciones de la planta superior, como nuestro caso, cada uno con dos maletones de 23 kg. (veníamos de hacer montaña), hay que "trepar" por unas escaleras empinadísimas que dejan la subida al Kilimanjaro que acabábamos de hacer a la altura del betún.

Habíamos cogido tres "suites" para tres parejas, pagando claro mucho más dinero. Penosas. Los lavabos no funcionaban, ya que tenían el "tapón" metálico incrustado y era imposible sacarlo. Después de casi dos horas, yo envuelto en una toalla que tenía una ganas de afeitarme que para qué, vino un tipo con una llave inglesa y desde abajo lo arregló. Limpieza igual a cero, repaso diario de la habitación, salvo hacer la cama, igual a cero (dos cervezas que subimos la primera noche para acabarlas en la terraza, cuando nos fuimos cuatro días más tarde, allí seguían los botellines). Mantenimiento en general igual a menos uno. El desayuno mucho peor que en los campamentos en los que hemos dormido subiendo el Kilimanjaro, campamentos a más de 4.000 metros y con utillaje poco menos que de fortuna. Una noche cenamos y fue patético, además de caro. En cuanto a caro, fuimos con dólares y te atracan con el cambio como no habíamos visto en ningún otro sitio.

Otro pequeño detalle es que para cenar había tan poca luz, que no tenías ni idea de lo que te estabas metiendo en la boca (en los restaurantes de al lado había buena luz...).

¿Simpatía...? ¿qué significa esa palabra...?

El hotel se cae a pedazos, sin ningún tipo de mantenimiento. Está muy bien situado "encima" de la playa, pero es una playa muy sucia, aunque la vista sea muy bonita. La calle para llegar al hotel da miedo. Por supuesto ni se nos ocurriría llegar allí andando de noche, aunque vayamos en grupo y seamos bastante aguerridos.

Decir que la piscina está muy bien, no todo va a ser malo. En cuanto a elementos que anuncian tiene el hotel, como mero ejemplo pone que las habitaciones tienen caja fuerte. La caja está abierta, con la puerta caída hacia un lado y toda oxidada hace décadas y por tanto sin posibilidad de cerrarla ni de hacer funcionar ningún botón. Pues así, todo igual...

Decir que el hotel dispone de Wi-Fi "en zonas comunes", es como de cachondeo. Un hilito de agua en la ducha, eso cuando hay. Entendemos que es Tanzania y las limitaciones que tiene, pero estuvimos el primer día bastantes horas sin electricidad , 6-8, cuando todos los hoteles y sitios cercanos sí tenían. Es lo que se denomina un "corte local" de corriente, pero local, local...

Descubrimos que justo al lado hay hoteles que están maravillosamente bien e imagino que no habrá una diferencia importante de precio, con restaurantes estupendos (probamos uno), donde cenamos de maravilla, de manera abundante y a mucho mejor precio que en el desastre del Langi-Langi.

Un hotel para no volver y para los que se lo estén pensando, nuestro desinteresado consejo de que ni se acerquen. Es una m... pinchada en un palo.

Bel hôtel sur la pointe Nord de l'île. J'avais une chambre sur la mer, je vous conseille d'en faire la demande, ouvrir la porte de la chambre et plonger le regard dans l'Océan ... un régal.
Petit Bémol sur le restaurant de l'hôtel, ce n'est pas le meilleur endroit pour manger et le service laisse à désirer, très long, oublis ...
Le club de plongée en revanche, à coté à droite avant d'entrer à l'hôtel, le Zanzibar Watersport est très bien, bon accueil de l'équipe anglaise.