CAP SUD HOTEL

Bien placé, simple, propre, pas cher, accueil sympa. Nickel :)

Très bon hôtel central sur Saint-Pierre. @ 5 mn à pieds de la mer et moins de 10 mn du centre ville. On peut faire tout à pieds. Le personnel de réception, un jeune homme et une jeune fille au top, hyper gentil et serviable. La chambre était très bien pour 2 personnes et toujours propre, le service des chambres parfait chaque jour. Merci aux femmes de chambres. La clim très puissante qui fonctionnait très bien. Nous devions y rester 2 nuits, nous y sommes restés 19 nuits. Laverie automatique & marché couvert également à proximité. Pas de frigo dans la chambre, ce qui serait un plus; toutefois vous en avez un à la réception. Je recommande cet hôtel et nous y reviendrons. Merci à tous pour notre séjour, à très bientôt.

Très bon hôtel central sur Saint-Pierre. @ 5 mn à pieds de la mer et moins de 10 mn du centre ville. On peut faire tout à pieds. Le personnel de réception, un jeune homme et une jeune fille au top, hyper gentil et serviable. La chambre était très bien pour 2 personnes et toujours propre, le service des chambres parfait chaque jour. Merci aux femmes de chambres. La clim très puissante qui fonctionnait très bien. Nous devions y rester 2 nuits, nous y sommes restés 19 nuits. Laverie automatique & marché couvert également à proximité. Pas de frigo dans la chambre, ce qui serait un plus; toutefois vous en avez un à la réception. Je recommande cet hôtel et nous y reviendrons. Merci à tous pour notre séjour, à très bienôt.

Petite chambre, propre,climatisé prix raisonnable...mais le lit craque et nous empêche de dormir, le matin le ménage de la chambre d'à côté nous a réveillée, trop de bruit ... Mauvaise nuit dommage

La habitación estaba maravillosamente decorada con una activa fauna local: cucarachas y hormigas correteando por todos los rincones, como si estuvieran organizando una fiesta en nuestra "acogedora" estancia. Estamos casi seguros de que las cucarachas, esas encantadoras inquilinas, tenían como punto de encuentro las tuberías del baño y el desagüe. ¿El remedio? Pues, por supuesto, taparlo con una toalla. ¡Porque todos sabemos que una toalla es la mejor barrera contra el ecosistema del horror!

La noche fue, cómo decirlo... inolvidable. Un evento de terror digno de una película de bajo presupuesto, pero con una producción tan realista que nos tuvo despiertos la mayor parte del tiempo. No sabíamos si llamar a un exterminador, un sacerdote para bendecir el lugar, o a David Attenborough para que narrara la experiencia. Definitivamente, una experiencia que recomendaríamos… a nuestro peor enemigo.

La guinda del pastel llegó cuando decidimos bajar a recepción para expresar nuestra entusiasta satisfacción con el zoológico improvisado que teníamos por habitación. Sorpresa: la recepcionista no estaba, probablemente ocupada en una misión secreta. La puerta de recepción cerrada a cal y canto, como si estuviéramos en un escape room, y el teléfono de atención, un adorno más, ya que nadie se dignaba a responder. Es como si hubieran perfeccionado el arte del "ignorar al cliente".

Y, para no sentirnos especiales, descubrimos que no fuimos los únicos privilegiados. El resto del grupo también disfrutó del exclusivo "pack fauna nocturna" y el incomprensible silencio administrativo. Vamos, un servicio cinco estrellas... de las que caen del cielo, porque no quedan más palabras para describir esta experiencia surrealista. Un aplauso lento para la atención al cliente y la gestión impecable del lugar. ????